Ingredientes:
  • ½ kg Calabaza cortada en trozos grandes
  • 2 Cebollas cortada en trozos grandes
  • 1 Puñado de arame de remojo unos 20 minutos
  • 1 Diente de ajo
  • 1 Trozito de jengibre fresco y sin piel
  • ½ Litro de agua
  • 1 Puñado de almendras
  • 1 Puñado de germinados de alfafa
  • 1 Cucharita de Shoyu
  • Sal marina
Raciones: 6
Estación: Otoño
Dificultad: Baja
Preparación: 20 min
Tipo: Cocinada
Preparación:

Calentar la olla unos segundos y añadir el aceite, procurando que no humee, añadir la cebolla y remover un par de minutos, y añadir una pizca de sal y el ajo.

Bajar el fuego a medio – bajo y seguir removiendo hasta que la cebolla esté tierna.

Añadir la calabaza y la arame remover unos 5 minutos más de vez en cuando. Añadir otra pizca de sal marina. Tapar la olla y esperar a que la calabaza sude durante un par de minutos.

Añadir el trozo pequeño de genjibre y el agua. Tapar la olla y cocinar a fuego lento durante 15 minutos. Triturar y esperar unos minutos antes de servir.

En una sartén colocar las almendras peladas y tostar ligeramente. Con la ayuda de un pulverizador esparcir un poco de shoyu.

En un bol poner en el fundo 3 almendras y añadir la crema por encima. Decorar con un poquito de germinados de alfalfa y unas almendras

Notas y sugerencias:

Una cremita dulce que va a nutrir el estómago, el bazo y el páncreas. Ideal para una cena ligera y reconfortante en el otoño que invita a la conexión con uno mismo, con vistas a transitar a las estaciones más frías y misteriosas. Aporta tranquilidad y armonía.

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