¿ES SEGURO Y SALUDABLE PARA UN NIÑO SEGUIR UNA DIETA VEGETARIANA?

Hoy en día se sigue cuestionando si una dieta vegana o vegetariana es segura para la salud, especialmente en el caso de bebés y niños pequeños, incluso entre los profesionales sanitarios, por lo que muchos padres preocupados por la salud de sus hijos se preguntan si estos deberían seguir su dieta o sería una irresponsabilidad por su parte. Ante esto, deberíamos hacernos la siguiente pregunta ¿cuál es la alternativa? Al parecer todo el mundo da por supuesto que quién no sigue una alimentación vegana o vegetariana sigue una dieta segura y saludable. Pues resulta que no, ya que la dieta promedio de los españoles dista mucho de ser una dieta saludable, por lo que cualquier dieta o patrón alimentario que decidamos seguir, debe estar adecuadamente planificado.

En los últimos años, hemos podido ver en los medios de comunicación diferentes casos de muertes de niños que se han atribuido a la dieta vegana o vegetariana que seguían, generando un gran aluvión de críticas hacia los padres que deciden alimentar a sus hijos con este tipo de dietas, cuando muchos de estos casos ni siquiera estaban relacionados con la alimentación y otros muestran casos anecdóticos de conducta irresponsable de los padres.

El principal problema de la alimentación infantil en la actualidad no es si consumen o no productos de origen animal, sino si consumen galletas, bollería, chucherías o postres azucarados diariamente, si consumen refrescos, zumos o batidos con gran cantidad de azúcares añadidos, si toman alimentos precocinados o comida basura habitualmente, o si consumen una elevada cantidad de embutidos o carnes procesadas. El consumo habitual de todos estos alimentos sí que se ha relacionado en diversos estudios con un aumento del riesgo de padecer enfermedades como la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer. Esto sí que constituye un auténtico problema de salud pública al que todavía no le prestamos la debida atención.

Pero, ¿qué dicen los expertos en nutrición sobre este tema? La Academia Americana de Nutrición y Dietética (1) ha vuelto a reiterar en 2016 que “las dietas veganas o vegetarianas bien planificadas proveen una adecuada ingesta de nutrientes en todas las etapas del ciclo vital”, por lo que son adecuadas para niños y adolescentes, así como para embarazadas y madres en periodo de lactancia. También indican en su documento de posicionamiento, que las personas que siguen este tipo de dietas tienen en promedio una mejor nutrición que las que siguen una alimentación omnívora. Además, destacan que este tipo de dieta, en comparación con la dieta omnívora que consume la mayoría de nuestra sociedad, puede reducir el riesgo de padecer diferentes enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes tipo 2, obesidad y algunos tipos de cáncer, debido a que los niños que siguen dietas veganas o vegetarianas suelen consumir mayor contenido de frutas y verduras en su dieta y menos grasas saturadas, azúcares libres y sal.

Es cierto que al seguir una dieta vegetariana se debe prestar atención a ciertos nutrientes para asegurar su ingesta en las cantidades adecuadas, aunque existe uno que es imposible conseguir en cantidad adecuada a través de la dieta, la vitamina B12. Por ese motivo, es absolutamente indispensable suplementar nuestra alimentación y la de nuestros hijos con esta vitamina, tanto si se sigue una dieta vegana como una vegetariana.

También existen otros nutrientes a los que se debe prestar atención para asegurar la ingesta suficiente, pero que se pueden obtener a través de los alimentos, por lo que no será necesario suplementar. Por ejemplo, proporcionar la cantidad adecuada de proteína, es tan sencillo como variar las fuentes vegetales de proteína como las legumbres, los frutos secos y los cereales a lo largo del día y asegurar la ingesta calórica suficiente en función de su edad. El hierro y el zinc también parecen ser otros de los nutrientes que pueden estar comprometidos en la alimentación de un niño, pero a pesar de ello, no se observan mayores deficiencias de estos minerales en los niños veganos o vegetarianos. Por último, se debe prestar atención a la ingesta diaria de calcio y vitamina D. Estos nutrientes estarían algo más comprometidos en veganos que en vegetarianos, ya que estos últimos consumen lácteos. Por lo tanto, en los niños veganos se tendrá que asegurar la ingesta de calcio a través del consumo de alimentos como hojas verdes, coles, almendras, sésamo, higos o naranjas, así como de bebidas vegetales enriquecidas en calcio que aportan la misma cantidad de este mineral que la leche de vaca. En cambio, los niveles de vitamina D dependen principalmente de la exposición solar, que se recomienda que sea por lo menos de 20-30 minutos al día, y habitualmente los niños suelen cumplir esta recomendación durante los recreos escolares y las visitas al parque.

En conclusión, si habéis decidido criar a vuestros hijos con una dieta vegana o vegetariana podéis estar tranquilos y seguir con ella sin ningún miedo.  No se necesita una supervisión médica diferente a la de cualquier otro niño, ni seguir unas pautas alimentarias rígidas o minuciosas, aunque es importante que planifiquéis la dieta correctamente, que acudáis a un dietista-nutricionista si tienes dudas y que recordéis que la suplementación con vitamina B12 es absolutamente imprescindible.

 

Bibliografía:

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